Cómo evitar que nuestros niños hagan bullying

El abuso o acoso escolar es una práctica realizada desde hace muchos años, pero es ahora con la difusión a través de las redes sociales cuando se ha hecho más evidente, generando preocupación por su impacto en los niños que son víctimas en el colegio.

Si bien es cierto que se ha hecho un esfuerzo en educar a los padres para que puedan identificar cuando sus hijos están siendo molestados y enseñar a los hijos a no sentirse inferiores o en desventaja, también es necesario remarcar entre padres y representantes algunos consejos para evitar que, sus hijos puedan incurrir en abusos o Bullying hacia otros runos.

En este sentido, los padres deben:

1) Escuchar lo que cuentan sus hijos: La comunicación es clave.  Esto les ayudará a detectar faltas de empatía o posibles conflictos con compañeros.

2) Enseñar a los hijos pautas de comportamiento con los demás compañeros: Hay que ayudarles a diferenciar los límites y enseñarles a ser amables y respetuosos.

3) Educarles en valores de empatía, respeto y diversidad: Los padres deben trabajar por educarles bajo el concepto de una sociedad inclusiva.

4) Ayudarles a reconocer y enfrentar las injusticias: Es importante que comprendan que existen desigualdades y prejuicios que no deben determinar su forma de actuar.

5) Prestar mucha atención a sus propias actitudes y comentarios: Recordar que se enseña con el ejemplo.

6) Inculcarles confianza en ellos mismos: Es esencial que los niños se sientan seguros y valorados desde muy pequeños.  Que aprendan que pueden brillar con luz propia sin necesidad de opacar a otros.

7) Enseñarles a resolver los conflictos: Los hijos deben aprender a resolver cualquier pelea o discusión que tengan y «hacer las paces» por sí mismos.  Entender que se pueden tener diferencias de opiniones o gustos, sin necesidad de imponerse al otro.

¿Por qué un niño se vuelve acosador?

Usualmente, tras un niño acosador hay un individuo que no sabe tolerar la frustración, que no muestra empatía por los demás y que necesita sentirse en situación de superioridad sobre los otros. Tienen dificultad para identificar y gestionar emociones, tanto propias como ajenas, y muchas veces son niños a los que no se les han puesto límites.

En casa debemos cultivar los valores de los niños desde muy temprana edad. Hay que guiarlos, dejando en claro los comportamientos deseables y los no permitidos, para que el día de mañana no incurran en abusos contra los demás.