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Mejores posturas corporales al trabajar

Mantener una buena posición corporal mientras se trabaja es de suma importancia porque incide en la productividad. Además, cuidar la postura corporal es vital para prevenir dolores, lesiones y posibles contracturas que afecten el bienestar de la persona.

En las siguientes líneas ofrecemos cinco consejos para mantener la mejor postura posible durante la jornada laboral, especialmente mientras el colaborador está sentado:

  1. Mantente recto.

Evita inclinarte hacia delante, curvando la espalda.

  1. Coloca tus manos detrás de la cabeza.

Para pensar y buscar soluciones creativas recomiendan poner las manos detrás de la nuca. Los profesionales aseguran que el mero hecho de abrir el pecho y poner recta la espalda favorece la motivación.

  1. Mantén los brazos a 90 grados.

Debemos acceder con facilidad al teclado y el ratón para evitar contracturas. Mantener los brazos a 90 grados ayuda a liberar tensión en hombros y muñecas.

  1. El monitor debe estar a la altura de los ojos.

Tener la pantalla de la computadora a la altura de los ojos nos ayuda a mantener la espalda recta. Bajar demasiado la vista puede dañar la cervical y ejercer presión en el cuello.

  1. Estira las piernas, cuello y brazos.

Mantener la misma postura durante mucho tiempo puede ser negativo para la salud. Hay que hacer Pausas Activas con estiramientos. En lugar de llamar por teléfono a otro colaborador, acércate a su puesto y así aprovechas para moverte, caminar y estirarte.

 

Una buena postura de pie.

Es importante entender que al trabajar de pie (en una presentación o en un stand) también se debe prevenir cualquier tipo de molestia mediante una buena postura corporal. Algunas claves son:

  • Nunca doblar la espalda para recoger un objeto del suelo. Se deben flexionar las piernas, manteniendo una postura recta.
  • Cambiar el peso del cuerpo de una pierna a otra. Si se permanece mucho tiempo quieto de pie, se debe intentar moverse lo máximo que nos sea posible.
  • Nuestro cuerpo debería estar alineado, no encorvado, ni con la pelvis demasiado hacia atrás o hacia adelante para evitar perjudicar a la espalda.

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